Texto original publicado y disponible en el blog de Pollito Inglés donde la autora es #ColaboradoraPollito: http://blog.pollitoingles.com/y-entonces-que-hago-leele-un-cuento/
En oportunidades, amigas
se dirigen a mi a consultarme sobre qué pueden hacer con sus hijos para abordar
alguna situación que puedan considerar como problemática, siempre les aconsejo
“leele un cuento”. Y por qué les doy esta recomendación? pues sencillo, porque
compartir unas líneas siempre es una acción de amor, y toda acción de amor trae
consigo una solución.
Ahora bien, sé que para
muchos esta puede ser una respuesta muy vaga y quizás poco creíble, pero tras
ella, existen importantes argumentos que explican los grandes beneficios que
trae leerle a nuestros peques para compartir, crecer y aprender, incluso, como
anteriormente planteo, resolver problemas, veamos algunos de ellos:
1)
El cuento se caracteriza por tener prioritariamente un orden discursivo
narrativo y en muchas oportunidades es acompañado por el dialogado, ambos
órdenes son de los primeros en adquirir por parte de los niños en su proceso de
desarrollo del lenguaje, por lo que enfrentarse a este tipo de textos es una
actividad casi natural de su acción comunicativa y social, lo que facilita el
acceso léxico y la comprensión de las ideas
2)
La superestructura de esta tipología textual está conformada por un
inicio, un desarrollo presentado en formar de conflicto y un cierre como
desenlace, por consiguiente, invita a los lectores a reflexionar sobre
problemas y sus soluciones
3)
La lectura de este tipo de textos promueve la posibilidad de que el niño
se proyecte en alguno de los personajes, este acción cognitiva nos puede ayudar
a que el niño entienda desde diferentes perspectivas una situación, comprenda
que hay formas para solucionarlas y pueda incluso estabecer juicios de valor
sobre determinadas acciones de personajes que lo ayuden a cambiar algunas de
sus propias conductas. Lo maravilloso de
esto es que de presentarse cambios conductuales, el peque lo realizará desde la
reflexión interna y comprensión genuina de su actuar y no desde métodos de
extinción de conductas “incorrectas” por medio de estrategias punitivas (castigos)
o reforzamiento negativo
4)
Leer juntos implica un acto de compartir entre quienes se quieren, es
una actividad amena, llena de satisfacción y emotividad, por lo que el
aprendizaje se desarrollará en un ambiente agradable y se consolidará significativamente
5)
Sencillamente porque leer es un placer y todo placer desencadena
felicidad.
Algunas mamás pensarán que
estas sugerencias van dirigidas a aquellas que tienen hijos mayores, sin
embargo, yo les aclaro que esta es una recomendación válida para cualquier
edad, pues la lectura calma, relaja, une y siempre hay un libro adecuado para
cualquier edad. A propósito de ello, recuerdo que cuando llevé a mi Sabri a
ponerle la primera vacuna, ella lloró desconsoladamente y yo luego de intentar
muchas cosas empecé a contarle un cuento, con una voz suave, dulce … y allí
comenzó ella a calmarse, conectarse en amor conmigo, cerrar sus ojos y confiar
en mi para iniciar un lindo viaje entre letras y fantasías.
Lidmi Fuguet
@PeqEstrellitas
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