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lunes, 8 de abril de 2019

Para sentirnos bien... por Diana Nivia Garnica


Para sentirnos bien...

En Venezuela, desde hace cierto tiempo tanto los niños como las mamás y papás han vivido días retadores, estamos conscientes de que no han sido días nada fáciles, por eso hoy queremos brindar algunas ideas prácticas  para bajar un poquito la tensión en casa y armonizar nuestro entorno. Porque solo si nosotros estamos bien, nuestros niños también lo estarán. Por tanto, pudiéramos empezar por:

-       Colorear mándalas. Está comprobado que esta actividad es una maravillosa forma de expresarnos, de desarrollar la creatividad, ejercitar la motricidad fina, de relajar la mente, bajar la ansiedad y encontrar nuestra paz interior. Así que porque no aprovechar las bondades de esta técnica milenaria en estos días para cuidar de forma respetuosa y armónica de nosotros mismos y de nuestras estrellitas en la comodidad de nuestro hogar.

-       Contar cuentos. Esta es una de las actividades que más adoro realizar. Y es que leer cuentos en voz alta favorece la atención en el niño, estimula la imaginación, incrementa su vocabulario, mejora la comprensión, crea vínculos emocionales, y si estas historias son leídas por los padres los resultados serán muchísimo mayor. Tal y como lo afirma nuestra querida Yolanda Reyes, nadie mejor que una mamá, un papá o un adulto amado por ellos, para leerle a los hijos, y es que las voces de los padres jamás podrán ser sustituibles, así que aprovechemos estos momentos de cercanía para poderles leer. Sin embargo, recuerda que también es importante de vez en cuando darle la oportunidad a ellos mismos para que nos lean sus cuentos.

-      Jugar al campamento. En medio de la sala podemos inventar que vamos a construir una carpa con mantas. Para ello necesitamos sabanas que nos permitan cubrir los sofás, las sillas, las mesas, quizás algo de estambre o cuerdas para sujetarlas, también podemos invitar a los niños a  hacer una lista con todas las cosas que vamos a necesitar cuando nos toque acampar. Y al terminar de jugar debemos recordar poner todo en orden. Con esta actividad estaremos promoviendo la creatividad, la responsabilidad, la organización, la comunicación y la posibilidad de estar todos juntitos debajo de esa carpa.

-       Realizar concursos de adivinanzas. Hoy en día existen muchos libros donde podemos encontrar un compendio importante de adivinanzas para niños, en el caso que no tengamos material en casa, podemos buscarlas a través de vías electrónicas, y si no tenemos la posibilidad de acceder a ello, porque no intentar construir nuestras propias adivinanzas. Esto contribuirá, entre otras cosas, a desarrollar la creatividad, la imaginación, la memoria, la expresión verbal y/o escrita y, sobre todo, la motivación del niño, pues al proponer un reto de crear o de adivinar, ya supone en sí una motivación. Al fin y al cabo, lo que se intenta es sacar lo mejor de ellos mismos en ambos casos.

-       Teatro de sombras. Jugar es una de las actividades más placenteras para los niños, entonces, porque no aprovechar estos momentos para hacer en casa un teatro de sombras. Se necesitará cartulinas negras, papel de celofán, palillos largos, tijeras y un poquito de pegamento. Con estos materiales en el día podemos invitarlos a que construyan las figuras que en la oscuridad van a proyectar. Llegada la noche, se requerirá una linterna o una velita (en el caso de esta última, siempre que un adulto responsable se encargue de manejarla) y una pared donde vamos a proyectar figuras a través de un fondo iluminado. Hay varias formas de jugar, con la posición de las manos se pueden crear formas de animales y con el movimiento del cuerpo entero crear siluetas de personas o animales. Pero también se pueden inventar historietas utilizando las figuras que previamente los niños han construido con la cartulina. El resultado de este recurso siempre es espectacular, porque ante un espacio oscuro, en el cual todos dirigen su mirada hacia un mismo lugar y de repente aparecen personajes con cosas que contarte, inevitablemente los niños explotan de sorpresa y felicidad. No olvidemos, además, que el teatro de sombras potencia la creatividad del niño, promueve el trabajo en equipo y fortalece sus cualidades.

-       Caminar descalzos sobre la grama, abrazar un árbol, jugar sobre la arena o simplemente contemplar un hermoso atardecer. Son actividades sencillas, divertidas, que no requieren mayor inversión y que nos pueden ayudar mucho a bajar el estrés, calmar la ansiedad y, sobre todo, a conectarnos con la maravillosa energía de la naturaleza. Energía que seguramente tanto nuestros pequeños como nosotros necesitamos equilibrar y armonizar.

-       Practicar algún deporte al aire libre. Los hará olvidar por un rato de los momentos tan complejos que vivimos, se despegarán del televisor, del celular, los videos juegos y demás aparatos electrónicos, y por supuesto, de las noticias a las cuales están expuestos de forma directa o indirecta. Esta es una oportunidad excelente para promover el movimiento de su cuerpo y el ejercicio, para enseñarle reglas y normas, para integrarse socialmente con otros niños, para adquirir valores, para que drenen sus emociones y frenen un poco el sedentarismo.

-       Cantar y cantar. No hay nada más sanador que cantar. Una canción puede ayudarnos a tocar el alma, puede alegrarnos el día y puede trasportarnos a otro mundo. Y lo más rico de cantar, es que todos lo podemos hacer, en cualquier momento y en cualquier lugar. Así que invitemos al niño a cantar sus canciones favoritas, a reconocer la letra de canciones infantiles, a coreografiar una canción, a improvisar una pequeña orquesta con objetos cotidianos que podamos encontrar en casa, hacer simulaciones de que ellos son unos maravillosos cantantes y que sus espectadores son nada más y, nada menos, que mamá y papá. Oír, cantar y bailar son una combinación perfecta para disfrutar en familia.

-       Juegos de mesa. En la actualidad, hay muchos tipos de juego de mesa, los hay para todas las edades, contribuyen a desarrollar diferentes habilidades y/o capacidades en los niños y los divierten bastante. El ajedrez, dominó, damas, bingo, ludo, juego de mesa UNO para niños, memoria o concentración, rompecabezas, ¿Quién es quién?, escaleras, scrabble, monopolio, póker, jenga, palitos chinos, son solo algunos de ellos. Estos juegos son fáciles de jugar, ayudan a trabajar la memoria y concentración, a respetar las reglas del juego, a reforzar la relación con los demás, a aprender a ser tolerantes cuando no ganamos, a tener paciencia en la espera del turno, a mejorar las habilidades comunicativas y a reforzar la autoestima. Es una forma fácil y divertida de pasar un buen tiempo los unos con los otros, en un entorno alegre, sano y enriquecedor.

-       Invítelos a soñar. En la noche, antes de dormir invitemos a los niños a contar lo que más les gusta hacer, cuáles son sus deseos, que les gustaría ser cuando sean grandes. Estos sueños pueden ser escritos en hojitas, y si son niños pequeños podemos invitarlos a que dibujen sus sueños, para luego compartirlos entre todos los miembros de la familia. Sabemos que estamos viviendo momentos complejos pero la magia de soñar nada ni nadie nos las podrá quitar. Así que estimulemos a que sueñen, a que no se les olvide nunca soñar, porque los sueños de un niño tarde o temprano se pueden hacer realidad!.

Estas y otras actividades, son solo algunas de las que podemos realizar en familia, pues nos ayudarán a olvidar por un instante lo que vivimos, a recordar que con muy poco podemos crear momentos mágicos y a disfrutar de la presencia de la familia y los afectos más cercanos. Finalmente, se trata de eso, de proteger nuestras estrellitas, disfrutarlas y abrazarlas con toda la fuerza de nuestra luz.


Diana Nivia Garnica
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria