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miércoles, 28 de agosto de 2019

¿Qué sientes, qué sentimos? Emociones y literatura. Por Diana Nivia Garnica

¿Qué sientes, qué sentimos? Emociones y literatura

La alegría, la tristeza, el miedo, la rabia, la sorpresa son algunas de las emociones que tanto niños como jóvenes experimentan con regularidad y muy pocas veces son capaces de gestionar exitosamente. La literatura nos permite, entre otras cosas, hablar del amor, de la amistad, de la autoestima, de la muerte, de la naturaleza, y de temas que quizás a veces no sabemos cómo expresar. En la literatura infantil los niños pueden encontrarse con personajes que son parecidos a ellos y con los que logran identificarse, descubren textos que los invitan a reflexionar, formulan hipótesis sobre sí mismos o su entorno, valoran comportamientos de otros y predicen las consecuencias que estos tendrán. De modo que los niños poco a poco no solo irán descubriendo el goce por estas obras literarias, sino que además, conforme vayan creciendo estarán ganando múltiples beneficios que les permitirán afrontar situaciones que afecten sus emociones en su vida diaria.
Es por eso, que en esta oportunidad, nos atrevimos a sugerir algunos títulos para que los padres o cuidadores tengan a la mano un referente que les sirva de puente afectivo a la hora de abordar las emociones. Sin embargo, es importante, recordar que cuando ponemos un libro en las manos de nuestros niños, la intención no es realizar evaluaciones emocionales ni enseñarles algo en particular, sino más bien, brindar la oportunidad para el deleite de leer y compartir ese texto en familia.
A continuación nuestros recomendados para cada emoción:
Rabia:
-       ¿Dónde viven los monstruos? Es un libro álbum clásico dentro de la literatura infantil. Fue escrito en 1963 por el estadounidense Maurice Sendak. Cuenta la historia de Max, un niño que está molesto con su madre y cuya fantasía es convertirse en monstruo. Una noche es castigado sin cenar, se encierra en su habitación y, de repente, ese espacio se transforma en una espesa selva, donde él tiene que caminar y encontrarse con una serie de animales que son divertidos y terroríficos a la vez. Lo nombran rey de todos los monstruos por ser el más terrible de todos ellos. Pero con el transcurrir del tiempo se va dando cuenta de que su forma de comportarse es muy mala y le resulta difícil ser un rey, así que decide regresar a su realidad, y al llegar a su habitación se encuentra con la comida calientita todavía que le ha dejado su mamá. Un relato divertido, que permite la libre imaginación y exhibe sentimientos tan complejos como la soledad, la rabia, la frustración o el miedo. Por eso a pesar de los años, esta obra es y seguirá siendo tan solicitada por docentes y padres. La recomendamos para niños de 3 años en adelante y hasta el infinito.
-       Fernando Furioso. Esta historia transcurre en una noche donde la mamá de Fernando le prohíbe quedarse viendo la televisión durante tanto tiempo. Entonces, el niño comienza a sentir poco a poco una furia muy pero muy grande que se va transformando en terremoto, luego en huracán y, finalmente, en una destrucción total del planeta que se lleva todo lo que encuentra a su paso. Y así transcurren las ilustraciones de este cuento, cuando de repente todo se va calmando y nos preguntamos ¿por qué era que estaba tan furioso Fernando? ¿Cómo que se nos olvidó? Este divertido cuento aborda con humor una de las emociones más comunes por la que atraviesa todo niño, la rabia. Y si bien es cierto, que la rabia no es una emoción mala es necesario identificarla y, sobre todo, saberla canalizar. De allí que este cuento lo recomendamos tanto para los niños como para los papitos con la intención de aligerar esos momentos de tensión. Lo escribió Hiawuyn Oram, lo ilustró Satoshi Kitamura y lo terminó publicando Ediciones Ekaré.
-       Vaya rabieta. Este es otro texto oportuno para trabajar esos momentos de enfado que pueden vivir nuestros chiquitos. Se trata sobre un niño de nombre Roberto, que aparentemente está de muy mal humor. Cuando su padre lo castiga enviándolo a su habitación, él empieza a sentir algo terrible que cada vez sube y sube y de repente algo le sale de adentro y empieza a romper todo sin poderse controlar. Sin embargo, al final prevalece la calma y la dulzura de un niño que simplemente no ha tenido un buen día. Es un libro que refleja la frustración que sienten los niños cuando no pueden expresar con palabras lo que sienten. Sus ilustraciones son llamativas y grandes y el texto es muy breve pero esta magistral mezcla resulta perfecta para invitar a más de uno a leer y a reconocer la importancia de calmarse, pensar y saberse comunicar. Fue escrito e ilustrado por Mireille dÁllancé y publicado por Corimbo. Recomendado desde los 3 años.
-       El rey mocho. Es un cuento escrito por Carmen Berenguer, ilustrado por Carmen Salvador y pertenece a la emblemática editorial Ekaré. Cuenta la historia de un rey mocho a quien le falta una oreja. Su secreto había sido muy bien guardado por su barbero de toda la vida hasta que un día este muere de viejo y el Rey se ve obligado a buscar pronto un reemplazo. Aparece un nuevo y joven barbero que deberá guardar muy bien el secreto, pues de lo contrario el rey se pondrá muy molesto. Aunque el barbero no sabrá qué hacer con semejante secreto, será una planta de caña quien pondrá en aprietos al rey. La lectura de este cuento invita, por una parte, a respetar las diferencias personales, en este caso, por una condición física particular, y por otra, nos conecta con realidades emocionales. Pues ¿qué sentiría el rey al ser descubierto? ¿qué pensará el pueblo de él si todos se enteran de su secreto? y ¿si el rey acepta su condición, qué puede pasar? Son muchos los interrogantes pero todas nos conectan con nuestros sentimientos con la forma como nos vemos o como queremos que nos vean y cómo podemos pasar de una emoción como la rabia a un momento de mayor tranquilidad. Este tesoro literario resulta ideal para niños de 3 años en adelante.
Miedo:
-       La noche de las estrellas. Hace mucho tiempo, en un pueblo que no está ni cerca ni lejos, sino mucho más allá, vivía un señor al que no le gustaba la noche. Un día cuando ya todo empezaba a oscurecer, el señor subió a lo más alto de la montaña e increpó a la noche. De repente se le ocurrió una fantástica idea para lograr que el cielo estuviese siempre lleno de luces. Esta deliciosa historia revela en cada ilustración una sutil paleta de colores que van desde lo claro hasta lo más oscuro  despertando emociones variopintas como el miedo al no poder visualizar lo que hay a nuestro alrededor y, seguidamente, la alegría por vislumbrar un cielo iluminado. Clásico imprescindible en toda biblioteca, se puede conseguir también en un formato cartoné lo que resulta accesible para los más chiquitos de la casa, es de Douglas Gutiérrez y María Fernanda Oliver publicado por ediciones Ekaré, y es para todos aquellos que entienden que la noche mágicamente se llena de luces brillantes.
-       Sapo tiene miedo. Este simpático cuento es ideal para trabajar un tema tan frecuente en los niños como lo es el miedo. Nos narra la historia de tres amigos: Sapo, Pata y Cochino quienes todas las noches escuchan ruidos extraños por la casa y creen que el bosque está embrujado. En la noche se acurrucan juntitos para darse ánimo y valor. Al final no sabemos si se trataba de fantasmas o monstruos, quizás será hora de que nos detengamos a leer estas letras con nuestros chiquitos antes de dormir para que entre todos podamos superar esos miedos. Esta hermosa obra fue escrita por Max Velthuijs y publicada por ediciones Ekaré.
-       La compota de manzana. En esta oportunidad recetaré un relato colmado de detalles, de grandes y coloridas ilustraciones, de rimas suaves y placenteras y de un contenido propicio para compartir en familia. Fue escrito e ilustrado por el belga Klaas Verplancke y publicado por la editorial venezolana Ekaré. Se trata sobre un niño llamado Tomás, quien narra la historia y va contando como es su papá, desde sus características físicas, pasando por sus maravillosas habilidades hasta llegar a contar todas aquellas actividades que realizan juntos. Pero de vez en cuando este papá se convierte en un tormento. Manda a recoger los juguetes, hacer las tareas, apagar el televisor, por lo que Tomás decide buscar otro papá de mejillas suaves, músculos duros y manos tibias pero está búsqueda será por muy poco tiempo, pues pronto Tomás decidirá volver a buscar a su papá que a pesar de ser tormentoso siempre tiene esas manos tibias con dedos que saben a compota de manzana. Nos gusta este libro porque nos invita a reflexionar sobre esos breves y angustiosos momentos en los que nos molestamos con papá (o con mamá) y en cómo podemos hacer sentir a nuestros hijos en determinados momentos. Un cuento para niños pero también para los papás.
-       Doña Piñones. Entre el verso, la rima y la métrica se desarrolla esta interesante historia que hace latir el corazoncito a más de uno. Cuenta la historia de una viejecita muy asustadiza que vive sola llamada Doña María del Carmen Piñones. Un día pasa por su casa el Viento Norte y ella se esconde bajo su paraguas. Cuando la visita el Viento Sur se encarama en el armario. Al pasar al Viento Este se monta en su plumero y al soplar el Viento Oeste, se cuelga en la lámpara temblando. Para niños que quieren ayudar a Doña Piñones a quitarle sus miedos y temores. Fue escrita por María de la Luz Uribe, ilustrada por Fernando Krahn y editada por primera vez por Ediciones Ekaré en 1981 pero años más tarde esta misma casa editorial la vuelve a reeditar en una versión mucho más colorida e igual de linda. Una obra genial para que chicos y grandes la puedan tener en sus bibliotecas.
Tristeza:
-       Camino a casa. En el mundo literario hay muchísimos libros álbum pero solo muy pocos logran tocar las fibras de nuestras emociones y ese es el caso de esta bellísima obra editada por el Fondo de Cultura Económica, escrita por Jairo Buitrago e ilustrada por Rafael Yorkteng quienes logran fusionar espléndidamente con sutileza y nostalgia una narrativa simple pero cargada de mucha fuerza en la que asoman un tema muy recurrente en nuestra sociedad actual como lo es la ausencia paterna en el hogar. Cuenta la historia de una niña que le pide a un león que la acompañe de su colegio a su casa para tener con quien hablar y no dormirse en el camino, y así transcurren sus días en la cotidianidad donde el león símbolo de fortaleza y protección la acompañará a todas partes. Sin embargo, al final del día ella le da “permiso” para que se vaya pero le pide que por favor vuelva y no la deje nunca sola. Un relato conmovedor donde las ilustraciones hablan por sí solas y nos envuelven mágicamente entre la fantasía y la profunda realidad.
-       Sapo y la canción del Mirlo. En otoño, Sapo y sus amigos observan tendido en la grama al pájaro Mirlo, quien no está dormido, ni enfermo sino muerto. El dolor los embarga, pero al estar juntos recuerdan su hermoso canto y logran valorar la vida como el regalo más preciado que todos podemos tener. Lectura que aborda un tema muy sensible y del que muchas veces los padres prefieren no hablar como lo es la partida de un ser querido, sin embargo, la naturalidad y sutileza de la pluma de Max Velthuijs hará que está obra nos permita reconciliarnos con esos momentos de tristeza.
-       Nana vieja. Desde hace mucho tiempo vivían juntas una abuelita y su nieta, ambas compartían los oficios de la casa, juntas preparaban la comida y, disfrutaban cada amanecer, pero una mañana Nana vieja no se levantó para desayunar, se sentía cansada pues su salud estaba muy deteriorada. Nana vieja poco a poco fue preparando todo para su descanso y le pidió a su nieta que la acompañara abrazadita hasta su último amanecer. Esta historia sencilla, nostálgica pero llena de mucho amor fue escrita por Margaret Eild, ilustrada por Ron Brooks y editada por la prestigiosa editorial venezolana Ekaré. Para todos aquellos niños y adultos que hemos vivido la pérdida de una abuelita pero que tenemos la firme esperanza de que esté donde esté, ella siempre cuidará de nosotros.
Alegría:
-       Mi mamá. Es uno de mis libros favoritos y, por lo tanto, no podía dejar pasarlo por alto. Y es que todas las mamás son lindas, fantásticas cocineras, excelentes malabaristas, grandes pintoras, son fuertes, son bellas como una mariposa y acogedoras como un sillón, son suaves como un gatito y duras como un rinoceronte, pero lo más importante es que cada una de ellas tiene algo muy pero muy especial para darnos…Este hermoso libro álbum donde cada detalle cuenta, incluso en las guardas es de Anthony Browne y de la editorial del Fondo de Cultura Económica. Lo recomendamos para niños desde 0 años hasta el infinito.
-       Un pasito…y otro pasito. Se trata sobre un pequeño niño llamado Ignacio que pasaba mucho tiempo con su abuelo Nacho, este le enseña a caminar “un pasito y otro pasito”, y a construir torres con tacos de madera y a contar cuentos. Pero un día el abuelo es llevado al hospital y, luego de cierto tiempo cuando regresa a casa, ya no es el mismo, pocos confían en que Nacho se recuperará, pero Ignacio se ocupará de enseñarle con paciencia y amor a vivir nuevamente, un pasito… y otro pasito. Un relato emotivo y profundo donde se abordan dos etapas extremas de la vida de un ser humano como lo son el inicio de la vida de un niño y el camino ya recorrido por un abuelito, estos dos personajes se enlazan y se intercambian de roles, dándole un toque conmovedor a esta obra. Este divino texto fue escrito por Tomie de Paola y publicado por Ekaré.
-       Enamorados. El amor es un sentimiento alegre y grato que suele manifestarse cuando estamos emocionados por algo o por alguien. Y para hablar de este tema con los más pequeños recomendamos el libro de Rébecca Dautremer, publicado por Kókinos. Ernesto no dejaba de fastidiar a la niña Salomé, pues le halaba los pelos, le quitaba el sombrero, le arrancaba los lentes. La mamá de la niña le dijo que lo más probable era que Ernesto estaba enamorado de ella. ¿Enamorado? ninguno de los dos ni sus amigos sabían que significaba esa palabra, quizás ¿será como caerse de la bicicleta? ¿hay que llevar paraguas para estar enamorados? ¿es algo de dos personas o pueden ser de  3, 4, 5 ó 9? ¿es algo de chicas o de ángeles? Todo esto habrá que explicárselo a Ernesto porque el todavía no sabe cómo demostrárselo. Un libro con muchas interrogantes y cargado de ilustraciones fantásticas que hacen que este texto se convierta en un relato muy especial.
-       ¡Beso, beso! Es un cuento divino para leer con los niños y fomentar su gusto por la lectura. Un día Bebé hipopótamo salió tan apurado a jugar que se le olvidó darle un beso a su mamá. Durante su recorrido, bebé chapoteó por el barro, caminó por las rocas, trepó por la orilla, trotó por la hierba, y en todas partes, escuchó el mismo sonido: ¡Beso, beso! Así que decidió regresar a casa para encontrar a su mamá y darle lo que se le había olvidado. Un libro bellísimo escrito por Margaret Wild, ilustrado por Bridget Strevens-Marzo y publicado por Ekaré. Lo recomendamos desde los 0 hasta los 6 años pero con la condición de que le brindes abrazos apretaditos y muchos besitos a tu bebé.

Hasta aquí hemos llegado en esta oportunidad, esperamos que cada una de estas recomendaciones sirvan para acercar a los niños al conocimiento de la literatura, que permite sacar aquellas emociones que muchos de ellos viven y los adultos también, pero sobre todo, construye puentes de afecto entre padres e hijos y nos muestra que el emocionarnos es parte de nuestro propio ser, para al final, seguir descubriendo que las lecturas tienen el poder mágico de tender hilos invisibles de amor y unión entre la familia.

domingo, 21 de julio de 2019

Entrevista a la Profesora Naileth López. Por Diana Nivia




Entrevista a Naileth López De Mata.
Licenciada en Educación Especial mención Dificultades del Aprendizaje, Especialista en Lectura y Escritura. Profesora universitaria. Con amplia experiencia con niños en edad maternal, preescolar, básica y diversificada. Promotora de Lectura.

1.    ¿Qué significa leer?
Leer guarda un significado especial porque es estrechar lazos con el mundo de las letras, abrir los ojos, el alma y el corazón a un millón de experiencias que vives, sientes, ríes o lloras de la mano del lenguaje escrito.

2.    ¿Por qué nuestros niños deben leer?
Promover experiencias que permitan a nuestros niños acercarse de manera amena a la lectura es participar activamente en la formación de personas con capacidad para crear, imaginar y desarrollar el pensamiento crítico. Más que decir que nuestros niños “deben” leer, yo diría que la meta es que  “amen” leer, haciendo de esto parte de su vida y contribuyendo así a su desarrollo integral.

3.    ¿El lector nace o se hace?
Muchos nacen, es como la vocación que la llevas por dentro y te va diciendo para qué naciste, así más de un lector pareciera nacer con un texto en la mano, lo cual es hermoso.
Otros se hacen, he conocido más de uno que su primera emoción en torno a la lectura es rechazo e indiferencia hasta que llega “alguien” que adecuadamente siembra esa semilla en su alma, o hasta que llega “algo” (el libro indicado) a conquistar su corazón.

4.    ¿Qué puede hacer una madre o un padre para acercar a su hijo al mundo lector?
Desde mi punto de vista, el primer requisito es que el padre y/o la madre “ame” leer, sólo amando algo podemos acercarlo al corazón de los otros, nunca será lo mismo decirle a un niño “tienes que leer esto” o “deberías leer”, que decirle “mira lo que leí y me encantó, sobre todo esta parte donde sucede tal cosa, además este personaje es mi favorito porque me hace reír y llorar”. Además del amor a la lectura como requisito indispensable los padres pueden junto a los niños crear en casa un ambiente lector, escoger textos juntos e ir incorporándolos a una biblioteca. La variedad textual es muy importante, muchos padres piensan que sólo los cuentos son para los niños, pero existen un sinfín de textos que podemos incluir para brindar una amplia gama de opciones, entre ellos: recetarios, enciclopedias, libros instruccionales y muchos más. El espacio seleccionado para leer en casa puede ser ambientado en familia, si no se dispone de un lugar amplio en el cual colocar una biblioteca, mesita y silla, etc, bien se puede hacer de un pequeño rincón el mejor lugar con una alfombra, unos pequeños y una caja que inclusive puede ser forrada, coloreada, decorada por el mismo niño en la que colocará los libros que vaya adquiriendo puede ser un maravilloso inicio.

5.    ¿Si los padres quisieran regalar libros a sus hijos, qué recomendaciones les pudiera brindar a la hora de escoger un buen cuento infantil?
Con frecuencia muchos padres en su afán por comprar aquello que al niño le llama la atención terminan gastando muchísimo dinero en textos que son más comerciales que literarios. Así llenan los espacios de libros de súper héroes, princesas, personajes de caricaturas y películas. Como ya sabemos éstos gozan de color, brillantes, pegatinas y a veces hasta incluyen juguetes y/o accesorios, entonces ¿qué hacemos al respecto?, ¿los eliminamos? No, imposible. Los niños siempre querrán tener alguno, por eso es recomendable dosificar los textos comerciales e incluir en nuestra biblioteca o espacio infantil textos realmente literarios, inclusive podemos buscar aquellas historias que tanto le gustan a los niños y que han sido comercialmente edulcoradas por cuentos de tradición oral en sus múltiples versiones, así pues pudiéramos encontrarnos con una “Basilisa, la hermosa”, cuento ruso que nos lleva a la famosa y conocida “Cenicienta”.
También es importante que los padres al escoger cuentos para sus hijos consideren la calidad del texto, cargado de significado así como las ilustraciones. De ser posible dedicar un poco de tiempo a leer sobre autores e ilustradores de literatura infantil, ahondar en esto abrirá las posibilidades de adquirir textos de muy buena calidad narrativa e ilustrativa.

6.    ¿Qué libros nos pudiera recomendar para iniciar a nuestros pequeños en el mundo de la literatura infantil?
Podemos iniciar a nuestros niños en el mundo de la literatura infantil desde muy pequeños. Con tan solo meses de nacidos el texto se convierte en un juguete más pero cargado de mucho significado. Antes de los dos 2-3 años se recomiendan cuentos empastados, de páginas y tapas duras, también plásticos que pueden llevar a la ducha o acolchados con los que pueden dormir, este tipo de material les permite manipularlo con facilidad, morderlo o pisarlo sin temor a que lo rompan y permitiéndole que pueda apropiarse de él. El libro álbum es esencial para iniciar a nuestros peques la literatura, en estos libros el texto es breve y las ilustraciones son parte vital en el desarrollo de la historia complementándola. Cuentos con onomatopeyas también son importantes y atractivos ´para los más pequeños de la casa.
No quisiera culminar la entrevista sin dejar por acá algunos títulos recomendados para diferentes edades:
ü  Cui, cui, cuidado de Marilyn Pérez
ü  Donde viven los monstruos Maurice Sendak
ü  Vamos a cazar un oso de Michael Rosen
ü  Soy grande, soy pequeño de Kathy Stinson
ü  Perro verde de Soledad Sebastián
ü  El mosquito zumbador de Verónica Uribe
ü  Los últimos gigantes de Francois Place
ü  Willy el tímido de Anthony Browne
Pudiera extenderme mucho más pero sólo quiero dejar una capsulita. Gracias por la oportunidad de hablar sobre lo que más me gusta… la literatura infantil.

Entrevistada por Diana Nivia Garnica.
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas.

lunes, 1 de julio de 2019

Entrevista al Profesor Armando Quintero. Por Diana Nivia




Entrevista a Armando Quintero
Profesor en Literatura graduado en Uruguay. Diplomados en Literatura Infantil para Docentes (UDO), Promoción de la lectura y de la escritura (UCAB) y Narrativas Contemporáneas (UCAB). Director y Fundador de Cuentos de la Vaca Azul y Narracuentos de la UCAB.

1.- En diversos contextos damos por sentado que leer es importante para todo ser humano. Pero ¿por qué hay que fomentar la lectura en nuestros niños?
      Para hacer lo que todos sabemos qué hace un libro: abrirnos puertas y ventanas  en el corazón, permitirnos viajar a otros espacios sin movernos de donde estamos, hacer que nos transformemos en cada una de las acciones del personaje que nos ha atrapado y, por añadidura, comencemos a cambiar lo que haya que cambiar en cada uno de nosotros y en nuestro entorno.
2.- ¿Qué puede hacer la familia por inculcar el amor hacia la lectura?
     Leer y tener, al menos, más de unas estanterías con libros que no sean sólo para exponerlos ante amigos o visitas. Ir con cierta periodicidad a bibliotecas y librerías. Como todo hábito, éste también se inculca desde el ejemplo.
3.- ¿Desde su experiencia qué recomendaciones le puede brindar al docente para incentivar el hábito lector en sus estudiantes?
     Leer para que los niños lean, crear y recrear para que sigan su ejemplo. Y, sobre todo, escuchar a los niños para ser uno con ellos y no un ser “adulto, responsable que sabe mucho de  la vida” como dice Jairo Aníbal Niño, pero se olvida de vivir su verdadero servicio, el de ser humano.
4.- ¿Qué valora más en un libro para niños?
     Que me sorprenda, que no me dé respuestas digeridas, que me emocione hasta las lágrimas, no hasta el llanto y me alegre hasta las sonrisas, no hasta la risa porque, de esa manera siempre me dejará algo adentro para compartir con los otros.
5.- ¿Como promotor de lectura cuáles son las historias que más le gustan a los niños escuchar?
     Todas las que les sorprendan, que los hagan preguntarse, que les emocionen hasta casi llegar al llanto o a las risas. Y las de miedo.
6.- ¿Qué títulos le puedes recomendar a una madre que tiene un niño de 7 años, que no le gusta leer pero que ama el futbol?
      ¿Por qué mejor no lo acompaña y disfruta al verlo entrenándose para llegar a ser el mejor jugador de futbol? Sé de un cuento de Jairo Aníbal Niño pero no pude encontrarlo. Y varios pequeños cuentos y poemas de él sobre Pelé. Que busque una buena biografía para niños de ese futbolista y de otros que son ejemplos, nunca de Maradona. Importa que se meta en la lectura y lo hará si el tema es de su interés.

Entrevistado por Diana Nivia Garnica.
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas






martes, 4 de junio de 2019

Entrevista a la Profesora Mercedes Guanchez. Por Diana Nivia








Entrevista a Mercedes Guanchez
Profesora universitaria de Castellano, Literatura y Latín. Especialista en Literatura Infantil y Juvenil. Magister en Literatura Latinoamericana. Promotora de Lectura y Escritura.

1.- ¿Qué es la promoción de la lectura?

Esta pregunta es muy compleja y no tiene, por supuesto, una única respuesta. Promoción de lectura está asociada a muchas cosas. La primera de ellas es a un lector. Y cuando digo lector, la asociación inmediata, en consecuencia, es el libro. Todo ello amalgamado con un toque de pasión. De modo que promoción sería algo así como una forma de persuasión o seducción apasionada que hacen algunos lectores hacia otras personas sobre un libro con la idea de compartir sus afectos y satisfacciones de lectura. El significado de la promoción es lograr sensibilizar…entusiasmar a otros, invitar.

2.- En muchas oportunidades, se suele utilizar el término promoción como sinónimo de animación. Usted considera que son iguales o diferentes?

Yo diría que son parientes. O más bien que son como una especie de morochos, y no gemelos. Ambas se encuentran porque su esencia es el libro y la lectura. Pero cada una tiene su forma de llegar a los lectores. Son dos caminos para llegar a una misma meta. Algunas veces esos caminos pueden cruzarse. Una Feria de Libros es una actividad de promoción, sin duda. Y algunas actividades que se hacen dentro de la feria se acercan a la animación, especialmente las dedicadas a los neo lectores o primeros lectores. Cada vez que se lee un libro y se comparte es una forma de promoción; por ejemplo un encuentro con el autor. Cuando unos niños dramatizan o simulan la historia de un libro se está ante una forma de animación. También lo es una buena lectura en voz alta con todos sus énfasis. Particularmente, los docentes hacemos las dos cosas cuando recomendamos algún libro, y el lugar de encuentro siempre será el libro y su lectura.    

3.- Desde el ámbito universitario en donde usted se desenvuelve y donde ha tenido una amplia y valiosa experiencia, cómo podemos promover la lectura a la vez que estamos formando al docente?

Para la promoción de la lectura y escritura, el ámbito universitario no es distinto a otros. Esto debe quedar claro. El trabajo de promoción en la universidad requiere quizás las mismas energías y acciones sostenidas  que en cualquier ámbito o escenario donde quiera formar lectores. La diferencia más notoria quizás sea la edad, porque pensamos que en la universidad se trabaja con adultos (en su mayoría), pero en realidad  los intereses de esos potenciales lectores siguen siendo diversos, igual que los de los niños. Probablemente, estén direccionados o focalizados en la especialidad de formación de la universidad, pero esto no limita la acción del promotor. En el caso de nuestra universidad que forma docentes, siempre el fin último será lograr adecuar los saberes y conocimientos al nivel para el cual se está formando ese docente: lo que al final se traduce en lograr  acercarse a ( y satisfacer) los intereses de niños y jóvenes en general.
De manera que quiero ser enfática en lo que dije arriba: promover la lectura y escritura en cualquier escenario (y más en la universidad) debe ser una acción persistente, consecuente, consciente y coherente por parte del promotor. INCANSABLE! Permanente, sostenida en el tiempo. Y eso se logra con acciones evidentes y notorias. No  con quejas. Quejarse no sirve de nada. Entonces, podría enumerar una larga lista de acciones propias de un promotor, pero la principal es generar lo que yo llamo el contagio colectivo. Si pensamos que en la universidad  (como en la escuela o el jardín de niños) este papel protagónico le toca al docente  lo que necesita para lograrlo es ser MODELO. Ser el modelo vivo del lector que queremos. Es la cualidad necesaria principal para el contagio, para que se vaya propagando de uno en uno, de a poco, hasta hacerlo con la mayor cantidad de estudiantes. Siempre he insistido que el promotor natural es el adulto (sea el padre o el docente). En este caso, es el docente universitario quien tiene la tarea/ reto de ser modelo de sus estudiantes, promover y animar las acciones  que desarrollen, fortalezcan  y consoliden competencias lectoras fundamentales en todo (futuro) docente. Desarrollar estrategias de comprensión y producción de textos diversos en cada aula será una de esas tareas esenciales. La consigna “natural” para la promoción en la universidad  será siempre “leer es comprender”. Por lo tanto, no habrá ni puede haber nunca contradicción o divorcio entre  promover la lectura y la escritura y formar docentes.
Finalmente, como profesora de español y literatura, y promotora de lectura, estoy convencida de que en la universidad se necesitan acciones concretas que fortalezcan las cuatro dimensiones del lenguaje (hablar, escuchar, leer y escribir). Y que adicionalmente a esto se abran las oportunidades a través de la participación activa de todos los docentes en acciones que involucren la promoción de la lectura y escritura para todos, para realidades diversas y en todas las comunidades sin discriminación de ningún tipo: para sordos, invidentes y tantos otros. Es sin duda, una tarea pendiente desde las universidades del país.

4.- Usted considera que es un reto promover la lectura con sus propios alumnos o los alumnos llegan a la Universidad para formarse siendo ya unos buenos lectores?

Esta pregunta es muy interesante, porque supondríamos de plano que al llegar a la universidad  hay mucho camino andado; y que el estudiante llega después de varios anos de educación formado como lector. Esa suposición es todo un mito. No es así. Realmente no tengo a mano, ahora mismo, todos los datos estadísticos de lo que ocurre en los países llamados del “primer mundo”. Pero si te puedo confirmar que  en América Latina no es así. Nuestra realidad es preocupante. El estudiante universitario llega con muchos vacíos, muchas carencias y pobres y limitadas competencias para el aprendizaje en general.
Entonces se trata de un reto del profesor universitario. Un reto inmenso que lo conmina y le demanda mucho compromiso y creatividad para formar a sus estudiantes como lectores competentes. Y en este reto la dificultad no solo es, el tipo de lector que llega a la universidad; sino el tipo de lector que es el docente. No es un secreto que no se puede dar lo que no se tiene. Y en el caso de los docentes universitarios, tampoco es un secreto decir que hay algunos que definitivamente no promueven la autonomía de los estudiantes, sino que por el contrario, insisten en la repetición textual o literal y no siembran en sus estudiantes el espíritu de indagación y búsqueda de saberes, mucho menos la autonomía. No es un secreto tampoco decir que hay profesores que no compran libros, que no actualizan su biblioteca personal, que no promueven la compra o búsqueda de textos diversos (sean estos físicos o electrónicos) para sus estudiantes. Docentes que le temen a las tecnologías. Hoy el reto es para cada docente en particular.
En mi caso, más que un reto, que lo es siempre desde cualquier perspectiva, se trata de un placer. Un tremendo placer desde mi labor como Promotora de lectura. Hago promoción desde todos los niveles educativos y cuando tengo la oportunidad, hago lo posible por llegar a contextos no formales y promover la lectura y la escritura desde distintos ámbitos de la comunidad. Seguirá siendo un reto y un compromiso permanente.

5.- ¿Cómo se puede aprovechar las nuevas tecnologías para a través de las mismas promover la lectura y escritura en nuestros estudiantes?

Las tecnologías deben ser vistas y aprovechadas como amigas de los procesos de promoción de la lectura y la escritura. Esto debe ser una premisa en todos los niveles educativos, desde la educación inicial hasta la universidad. Muchos docentes de todos los niveles se quejan de que  niños y jóvenes viven pegados a las tecnologías. Y yo les respondo, que hay de malo con eso?. Entonces dicen que por “culpa de las tecnologías”, los chicos no quieren leer.  Esto no es cierto. Se trata de compartir espacios, de aprovecharse de estas herramientas tecnológicas para hacer más atractiva la aproximación a los textos. Si dejo que entre el celular o la computadora  al aula de educación inicial los niños comenzaran a leer y escribir más tempranamente. Lo mismo ocurre en la universidad. Los docentes desaprovechan  los celulares de los estudiantes. Es cierto que todos los estudiantes no tienen celular, y también es cierto que todos sus celulares no son “inteligentes”; pero se pueden generar prácticas  que involucren el uso de los celulares para leerse y escribirse. Del mismo modo la creación o consultas de blogs por parte de los estudiantes…. El acceso a internet abre un maravilloso mundo quizás (a veces hasta) desconocido por algunos jóvenes. Proyectar películas o acceder a videos relacionados con diferentes temáticas y tópicos puede representar un puente directo a los textos; y esto desde cualquier dirección: es decir leer para ver  los videos  o mirar los videos para ir a los textos. Luego se abren espacios maravillosos de tertulias, discusiones y excusas  maravillosas para escribir. Mi recomendación para los docentes es que no le teman a las tecnologías dentro y fuera de las aulas de la universidad. Sus estudiantes lo agradecerán!

6.- ¿Qué recomendaciones le puede brindar al docente universitario para formar buenos lectores?

La universidad  es el espacio por excelencia para la confrontación de ideas, el debate, la discusión, el análisis, la reflexión…. Es  el recinto para ampliar la visión de mundo o mundo de vida  de cada persona que llega a este nivel educativo.
Independientemente de las especialidades, la universidad como espacio de formación exige de los estudiantes un máximo esfuerzo en cuanto a la cantidad de horas de trabajo individual. Ya no se trata de la escuela, se trata de un nivel educativo que supone mucho más compromiso y responsabilidad por parte del estudiante: más autonomía. Supone también un docente o profesor que sepa guiar a este estudiante en esa  nueva visión expandida del mundo y el conocimiento.
En tal sentido, todo docente universitario, y en especial los docentes de una universidad formadora de docentes como la nuestra, debe explorar  los argumentos de sus estudiantes relacionados con su vocación. Esto es lo primero que debe hacer, para que sus estudiantes se RECONOZCAN a sí mismos y puedan mostrarse ante otros desde ese reconocimiento. Para ello es necesario la práctica de la discusión permanente: que las aulas se vuelvan aulas socráticas, donde se discuta y se debata sobre cualquier tema; y por supuesto se lea y se reflexione sobre cualquier temática. La lectura sobre diversos temas de interés es fundamental. Sin duda, le toca al docente la responsabilidad de guiar y orientar los textos y las lecturas de esas tertulias proponer siempre un banco de referencias a donde acudir para ampliar las temáticas que resulten de particular interés para los estudiantes.
Los “buenos lectores” se forman como los atletas. Con buenas practicas sistemáticas. Esto significa que el docente universitario debe modelar el trabajo de aproximación a esos textos o lecturas, leer con ellos, junto a ellos, para ellos; discutir y reflexionar sobre los hallazgos, sobre las dificultades o bondades de esos textos. Un buen lector lo es en buena parte por la asistencia y la orientación de otros. Puede haber casos particulares de excepción en los cuales el lector se forma solo, pero esto no es el común de los casos.
Sin embargo, hay que abordar algunos obstáculos que se presentan en este nivel educativo. La mayoría de los estudiantes que llegan a la universidad se han desconectado de la lectura por causa de malas prácticas en el bachillerato. Y cuando hablo de malas prácticas me refiero a las del docente. Una gran mayoría se habitúa a escribir poco,  a responder preguntas de manera textual, a no reflexionar  sobre lo que lee y, tanto menos, a debatir o discutir sobre algún tema. Llega a la universidad sin habilidad para escribir y con una muy pobre competencia para leer. Por otra parte, los propósitos de lectura en un escenario como la universidad, contradictoriamente, parecen reducirse. Y digo “contradictoriamente” porque  en la mayoría de los casos son meramente informativos (para la búsqueda de información), y esto obedece a parcelas del conocimiento que se generan  precisamente por las áreas de conocimiento o especialidades diversas que existen en las universidades. Al docente universitario le corresponde despojarse (y despojar al estudiante) de esta “reducción” y abrirse a una mirada más universal e integradora de su especialidad. De tal manera que en las aulas los propósitos de lectura  siempre sean múltiples, diversos y distintos, tan diversos y distintos como los textos que se lean.
En consecuencia, si el docente de la universidad amplia los propósitos de lectura siempre habrá motivaciones para leer;  y  discutir y  reflexionar sobre lo que se lee dentro y fuera del aula. Esto no lo puede olvidar un docente universitario. Tiene el deber, la obligación diría yo, de ayudar a ese joven estudiante a convertirse en “lector del mundo” (y para el mundo) y para ello se requiere que la oferta de lectura sea diversa y que el docente haya mediado ese proceso con sus orientaciones y reflexiones. Que se lea más, que se reflexione más, que se comparta más sobre lo leído y que se escriba más de forma autónoma.

Entrevistada por Diana Nivia Garnica.
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas