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jueves, 9 de noviembre de 2017

Beneficios de la música en la infancia - Profa. Francis Gagliardi


    

 La Música, ese elemento que nos rodea, que puede llevarnos de un estado emocional a otro en cuestión de segundos, esa combinación de sonidos que nos persiguen a donde quiera que vayamos, aquello que podemos amar por ser en ocasiones lo único en el mundo que nos hace sentir comprendidos y otras veces la odiamos porque no nos deja dormir o porque el volumen del vecino ya nos colmó la paciencia y sólo logra estresarnos más con ese insufrible bajo.
     Sí, este mes hablaremos sobre la música, y aunque a veces yo también la odio, a diario encuentro miles de razones para amarla, generalmente por todas las cosas maravillosas que brinda,  parece tener alguna clase de superpoder. Y es que la música durante el embarazo funciona como un catalizador de emociones, ayuda a estimular la frecuencia cardíaca del feto sintonizándola con la de la madre y tanto ella como el pequeño se relajan. Por tanto, la música que escuchan no tiene que ser estrictamente clásica, sólo debe ser de agrado a los padres en espera. Incluso, no es necesario tener un reproductor o audífonos para usarla como estímulo, podemos ejecutar el instrumento más importante conocido hasta ahora: nuestra voz, no hay nada más agradable que la voz de mami y papi, y esto no sólo aplica con una canción en específico o la inclusión de una melodía como la conocemos, puede simplemente leerse un poema o una pequeña historia en rima, pues la métrica constante sostiene un ritmo estable y ese es el verdadero elemento que ayuda a la relajación, produciendo ondas cerebrales más amplias que indican un estado de tranquilidad y placidez.  
     Los bebés que escuchan música al dormir suelen estar más relajados y descansar mejor, y a medida que crecen en compañía de la misma se hacen más inteligentes, su resolución de conflictos es mayor, mejora su habilidad para resolver problemas matemáticos (después de todo la música es matemática en su más hermosa expresión). Además de todo esto los procesos cognitivos como la memoria, la atención, la concentración se potencian, aunado a eso, la interacción con otros se refuerza significativamente.
     Veámoslo así, al escuchar música movida solemos iniciar pequeños movimientos o inclusive a bailar, si junto a nosotros hay personas haciendo lo mismo buscaremos interactuar con ellos, o al menos compartiremos una sonrisa.
     Con los niños pasa exactamente lo mismo, al ver que otros pequeños hacen lo mismo que ellos buscarán un acercamiento, y en el caso de aquellos muy tímidos seguramente al ver a los demás disfrutando intentarán desinhibirse para acompañarlos.
     Entre otras cosas, este arte motiva la creatividad, está demostrado que en sus creaciones un niño utiliza una paleta de colores más extensa al dibujar mientras escucha música, o que las historias que cuentan o escriben se enriquecen.
     Asimismo, los ayuda a expresarse mejor de forma física, oral y escrita, fortalece su lenguaje y lo amplía con cada nueva canción aprendida, si se acompaña con pasos y coreografías optimiza el equilibrio, tono muscular, control corporal y habilidad espacial.
     Como verán, la música tiene un sinfín de beneficios descubiertos y cada día se encuentran más. Personalmente, soy de las que creen que toda persona en algún momento de su vida debe estudiar algo de música, aunque no vaya a dedicarse a ella, pero por el momento no me queda más que despedirme en esta ocasión invitándoles a hallar los beneficios que faltan por descubrir en compañía de sus pequeños y pequeñas, pues estoy segura de que no serán ellos los únicos que saldrán ganando. 

Francis Gagliardi
Profesora en Educación Especial en Dificultades de Aprendizaje 
Cornista

Día del Abrazo en Familia - Diana Nivia Garnica



Desde hace unos años el Departamento Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal de Venezuela propuso que todos los segundos domingos de mes de noviembre se celebre el abrazo en familia como un recordatorio para que las mamás, papás, hijos, hermanos o abuelitos se reúnan y estrechen aún más sus lazos familiares. Además, es una ocasión especial para reforzar los valores del núcleo familiar que por diversas circunstancias han sido olvidados, ya que su rescate permitirá, entre otras cosas, alcanzar una más sólida y armoniosa convivencia. Es por ello, que para celebrar este día nos atrevemos a recomendar algunos cuentos para ser leídos en familia y disfrutar al término de su lectura unos cálidos y genuinos abrazos.
Mi papá de Anthony Browne: este es uno de los cuentos que siempre valdrá la pena releer y tener en nuestras casas. Sus frases breves, hermosas y coloridas imágenes describen un conjunto de atributos que tiene el padre de un niño, como por ejemplo, la capacidad para saltar sobre la luna, para nadar como un pez, para ser tan sabio como un búho, para nunca tener miedo ni siquiera al lobo feroz. De allí que no podíamos dejar de recomendarlo una vez más.
En casa de mis abuelos de Arianna Squilloni y Alba Rivera: he aquí una narrativa sencilla y nostálgica, pues trata de unos niños que deciden ir en el verano a pasar unas vacaciones con sus abuelos y durante su estadía, la casa se inunda de mucha vida y color. Cuando llega el otoño y los nietos se marchan, todos creen que el hogar se apagará, pero el recuerdo y la ilusión de los niños seguirán estando presente en cada rincón de la casa.
Camino a casa de Jairo Buitrago y Rafael Yockteng: este hermoso álbum ilustrado trata sobre una niña que le pide a un león para que la acompañe a realizar diversas actividades de su rutina diaria. Pero este es un león imaginario que le transmite a ella esa fuerza y protección que tanto anhela. Y es que a esta pequeña la invade la nostalgia al saber que no cuenta con la presencia física de su papá, por eso siempre le pide al león en las noches que se vaya pero que por favor al día siguiente vuelva.
Mi Hermano de Anthony Browne: para todos los que tenemos la dicha de tener un hermanito, este libro álbum es fantástico. Es una serie de títulos que comenzó con “Mi Papá”, luego “Mi Mamá” y ahora “Mi Hermano”. Un libro álbum cargado de inmensas, hermosas y graciosas ilustraciones donde el autor describe los distintos roles que ejerce un hermano en la familia. Ideal para disfrutarlo con un abrazo incluido.
Beso, Beso de Margaret Wild: un día bebé hipopótamo salió corriendo de su casa y se le olvido darle un beso a su mamá. Durante el recorrido, caminaba, chapoteaba, nadaba y en todas partes observaba imágenes de otros bebés dándole besos a sus respectivas madres, esto hizo que el recordara lo que no había hecho con su madre en la mañana y rápidamente se devolvió para darle un beso a beso a su linda mamá.
Un pasito… y otro pasito de Tomie de Paola: Ignacio es un niño que pasaba mucho tiempo con su abuelo Nacho. Este lo enseñó a jugar, a caminar y siempre le decía “un pasito y otro pasito”. Un día el abuelo se enfermó gravemente y el niño preocupado por su abuelito decide asistirlo. Con mucha dulzura y con una frase propia del abuelo, le enseño como volver a caminar diciéndole “un pasito y otro pasito”. Esta emotiva historia nos invita a valorar a todas aquellas personas que de una u otra manera nos acompañaran durante el recorrido de la vida.
Hoy, cuando el mundo parece un lugar peligroso, la familia se convierte en un refugio de seguridad, paz y amor. Por eso, en este día intenta compartir una rica comida, lee un gracioso cuento a algún familiar o simplemente brinda un cálido abrazo y, te darás cuenta, que con acciones sencillas pero sinceras más de un corazón sanará y otros se llenarán de mucho más amor.

Diana Nivia Garnica.
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria