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viernes, 17 de mayo de 2019

Entrevista a la Profesora Clara Canario. Por Diana Nivia



Entrevista a Clara Canario
Profesora de Castellano, Literatura y Latín. Magister en Lectura y Escritura. Candidata a Doctor en Pedagogía del Discurso de la UPEL-IPC. Ha sido Coordinadora de la Especialización y de la Maestría en Lectura y Escritura. Actualmente, se desempeña como profesora de pregrado y postgrado en la Maestría en Lingüística y en la Especialización en Lectura y Escritura en la misma casa donde cursó sus estudios.

1.- ¿Qué significa leer?
Leer es una habilidad o destreza que los seres humanos estamos en capacidad de desarrollar desde edades tempranas, no permite acceder a todo tipo de información (recreativa, informativa, especializada, entre otras) y sin duda nos acerca permanentemente a infinidad de nuevos conocimientos. Y leer no solamente lo podemos aplicar a la decodificación y procesamiento de textos escritos, también leemos las imágenes, los símbolos, los gestos de las personas, su corporalidad, es decir, todo lo que se nos presenta ante nuestra vista tiene posibilidad de enviarnos información que captamos y procesamos según sea nuestro conocimiento del mundo.

2.- ¿Para qué leemos?
De acuerdo con la edad y con el contexto en el que se encuentre el lector, la intención de la lectura variará. En algunas circunstancias leeremos para informarnos sobre hechos históricos o actuales, para distraernos, para aprender sobre cualquier tema que nos interese, en fin, hay un sinnúmero de razones que nos acerca a la lectura a lo largo de nuestras vidas. Quizás en el espacio escolar se asocia más la lectura con la obligación que requiere la formación académica, sin embargo, también hay quienes han asumido la lectura como un pasatiempo, como una sabrosa distracción.

3.- ¿Qué es comprender un texto?
Comprender lo entiendo como ese proceso que permite que la información de algún material escrito sea procesada, internalizada, por quien lo lee. En otras palabras, se puede decir que quien comprende un texto lo puede parafrasear, comentar, porque el contenido del material leído lo ha hecho suyo. Solo al comprender lo leído se hace más probable que la nueva información y el vocabulario pasen a formar parte del conocimiento activo y permanente del lector.

4.- ¿Cuáles son los pasos para trabajar la lectura en el aula?
Seguramente sobre este aspecto haya diversas opiniones, pero particularmente he trabajado con una serie de momentos que han resultado eficaces. En primer lugar, y sobre todo si se trata de lectores infantiles, es necesario familiarizarlos con el tipo de texto que van a leer, es decir, orientarlos en cuanto a lo que caracteriza a la estructura, y al vocabulario propios de textos bien sea narrativos, expositivos, argumentativos, entre otros. En segundo lugar, cuando se les facilite a los lectores en aula algún material, es recomendable que se les solicite que lo lean en voz baja y a la vez que vayan subrayando las palabras que desconocen. Seguidamente, se revisa y aclara, en grupo, el vocabulario que todos los estudiantes han señalado para invitarlos a una segunda lectura en la que el contenido debería procesarse mejor si se han aclarado términos desconocidos. Esto es importante hacerlo porque una de las razones que dificulta la comprensión de la lectura es el desconocimiento del vocabulario nuevo al que se enfrenta todo lector, bien sea desde un sencillo cuento infantil hasta el material más especializado. Finalmente, propiciar la discusión entre docente y alumnos, el intercambio de opiniones acerca de lo que se lee es enriquecedor porque da la oportunidad de que cada quien exprese lo que ha comprendido y además de que se pueden comparar las diversas interpretaciones y/o puntos de vista de los lectores.

5.- ¿Leer una lista de supermercado es igual que leer una obra literaria? ¿Intervienen procesos diferentes?
No creo que sea igual leer estos dos materiales por dos razones puntuales: por el vocabulario y por la superestructura propia de cada uno. Al revisar una lista de compras no hay mayor complejidad que decodificar palabras sueltas que están reunidas por pertenecer al mismo campo semántico de “alimentos”, pero el enfrentarse a una obra literaria implica atender a aspectos de redacción propia de ese tipo de texto, a su vocabulario, al orden en que se organizan las ideas que se exponen allí. Sin duda, los procesos mentales que intervienen para procesar lo leído difieren totalmente en su complejidad.

6.- ¿Qué actividades le recomienda al docente para mejorar la comprensión de la lectura de sus estudiantes?
Creo que parte de mis recomendaciones están expresadas en la respuesta que desarrollé en la pregunta número cuatro (4), sin embargo, otra recomendación puntual está en sugerirles a los docentes que jamás utilicen la lectura como una sanción en su aula de clase porque de inmediato ese educando asumirá el acto de leer como un castigo, se acercará a los materiales con rechazo y eso pudiese incidir en los bajos niveles de comprensión que pueda alcanzar.
Por el contrario, mientras propiciemos un acercamiento placentero y provechoso entre el lector y el texto, tendremos más personas interesadas en leer y educandos convencidos de que los materiales escritos pueden ser sus mayores aliados en momentos de información, de formación y/o de distracción.

Entrevistada por Diana Nivia Garnica.
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas