Cuando
nuestros hijos inician su escolaridad, una de las cosas que más nos preocupa
como padres está vinculado con el aprendizaje de la lengua escrita y es que no
es para menos, pues todos sabemos que los libros son la ventana al conocimiento
y la diversión.
Es por ello que en este post los
invito a poner en práctica una serie de recomendaciones que los ayudarán como
padres a apoyar desde el hogar este gran paso de crecimiento cognitivo y
emocional que atraviesan nuestros hijos en edad escolar:
1.
Leer es un placer: si partimos de esta premisa
todo el proceso de enseñar a leer será exitoso. El ser humano por naturaleza
está dispuesto a aprender cosas que sean de su interés y le generen placer, en
este sentido, si los momentos de lectura los convertimos en genuinas
experiencias por descubrir y compartir, siempre que el niño vea un texto tendrá
interés en interactuar con él
2.
Leamos
con contexto: escojamos textos que realmente sean motivantes para los niños,
que contengan imágenes y contenido de interés, se recomienda partir siempre de
información conocida que sirva de base para la construcción de nuevos
conocimientos; evitemos esos libros que contengan palabras descontextualizadas
o carentes de significados
3.
Leamos sin cuestionamientos: cuando nosotros los
adultos leemos un reportaje en el periódico o una buena novela, al terminar no
tenemos que completar un cuestionario para certificar nuestra comprensión, al
contrario, si realmente el texto fue interesante sentiremos la necesidad de
compartirlo con alguien, conversando de manera voluntaria y animada sobre el
tema. Más que llenar de preguntas a nuestros hijos, esperemos sus comentarios
sobre lo que les gustó o les llamó la atención, quizás no nos los dirán hoy
mismo, así que paciencia en la espera
4.
Juguemos con las letras y pababras: si hay algo
realmente atractivo para los niños es todo aquello de naturaleza lúdica, por lo
que invitemos a nuestros hijos a divertirse reconociendo letras, dibujándolas,
recortándolas, coloreándolas, moldeándolas, convirtiéndolas en personas y en
historias, evitemos penalizar, dejemos abierta la posibilidad del error y la
rectificación
Dale
rienda suelta a tu creatividad para acompañar a tu hijo en este proceso, unos pocos
minutos diarios de juego y compartir no sólo favorecerá su rendimiento escolar,
sino que consolidará las bases para el desarrollo de un futuro adulto, lector
autónomo, crítico, competente y sobre todo, feliz!
Lidmi Fuguet
Mamá de Sabrina
Profesora en Educación Especial –
Dificultades de Aprendizaje
Magister en Lectura y Escritura
Doctora en Educación
Coordinadora de Pequeñas Estrellitas
@PeqEstrellitas
Texto original de @edukids
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