Para este mes la gran mayoría de los niños y jóvenes están a
punto de terminar su período escolar. Un año que probablemente ha estado
colmado de mucho estudio, juegos, tareas y amigos. Es por ello, que en esta
oportunidad seleccioné a un autor cuyos textos logran transmitirnos un aire de
frescura y diversión, tras sus líneas se esconden valores incalculables y las
imágenes derrochan chispazos de color. Se trata de David McKee, un escritor e
ilustrador inglés.
De este autor sabemos
que nació en Inglaterra en 1935. Sus estudios comenzaron en la Escuela de Artes
donde dibujaba tiras cómicas para periódicos y revistas. Una vez culminada su
carrera siguió dibujando caricaturas y esto le sirvió de sostén durante cierto
tiempo. También trabajó para una compañía de servicio público de comunicación
del Reino Unido en la que desarrolló diversos
proyectos de cine.
Sus trabajos han sido
publicados en más de 20 países y en cada uno de ellos ha ido dejando una huella
invaluable. Pues él no suele escribir para cualquier persona, cuando escribe
piensa en el niño que de alguna manera habita en cada uno de nosotros. En palabras
textuales del propio McKee “cuando pienso en los álbumes, veo que no sólo es un
tipo de libros para niños, es también un libro para adultos. Yo pienso en
trabajar para mí, para los niños y para los adultos. Me gusta pensar que
escribo para el adulto que el niño será un día y para el niño que aún está en
el adulto”. Con esta hermosa reflexión los invito para que conozcamos algunas
de sus obras.
El baño de Élmer: cada momento es una ocasión especial para invitar a nuestros
niños a disfrutar de la lectura. Es por ello que David ha creado este singular
cuento inspirado en su personaje principal como lo es el simpático elefante
Élmer. El libro está elaborado en plástico y es muy fácil de manipular, ideal para
que los más pequeñitos de la casa lo puedan disfrutar mientras reciben un rico
baño en la tina.
Los amigos de Élmer: aquí, Élmer nos presenta a cada uno de sus
amigos de la selva, comienza describiéndonos la cebra que se caracteriza por
ser la más rayada, el león por tener el rugido más fuerte, el búho por ser el
amigo más sabio, y así sucesivamente, hasta que al final nos recuerda que todos
son diferentes. Este libro es un buen recurso para trabajar los nombres de los
animales, los colores y las formas y, también es perfecto, para reforzar el
tema de la diversidad, la tolerancia y el respeto. Está elaborado en un formato
pequeño y en un material resistente que les permite a los niños pasar sus
páginas con facilidad mientras disfrutan de un delicioso texto.
Elmer y los hipopótamos: este relato trata sobre un grupo de hipopótamos que quieren
bañarse de ahora en adelante en las aguas donde habita una manada de elefantes,
en virtud de que su río se ha secado. Pero los amigos de Élmer no quieren
compartir el río con los hipopótamos. En búsqueda de una solución, Élmer
propone trabajar entre todos para mover las inmensas rocas que han trancado el
paso del río y al término de esto poder disfrutar juntos de un buen chapuzón.
Esta aleccionadora historia nos invita a reflexionar y a poner en práctica la
tolerancia y la colaboración hacia el otro, valores que hoy más que nunca
debemos tenerlos presentes en nuestras vidas.
Elmer y Wilbur:
el elefante de muchos colores vuelve a ser el protagonista en este libro. En
esta oportunidad el travieso primo de Élmer se ha extraviado en el bosque. Pronto
todos los elefantes saldrán a buscarlo pero antes de su encuentro tendrán que
atravesar por muchas aventuras. El cierre de este cuento es uno de mis
favoritos no solo por el desenlace de la historia sino también por la forma
soslayada(o disimulada) a través de la cual el autor invita a dormir
plácidamente a más de un niño.
Elmer y Rosita: si creíamos que el elefante a cuadros solo tenía amigos, en esta
historia nos enteraremos que esto no es del todo cierto. Pues, Elmer tendrá la
oportunidad de conocer a Rosita, una linda y tímida elefanta de color rosado. Por
un momento él pensó que solo ella tenía ese color, pero en poco tiempo se dio
cuenta de la existencia de una manada rosada, en la que
todos aparentemente eran iguales pero en el fondo cada uno era único en
su especie. Así como pasa con los niños, son seres únicos e irrepetibles.
Elmer y el abuelo Eldo: este texto es hermoso, por una parte, por sus coloridas imágenes
y, por otra, porque nos habla del amor hacia nuestros abuelos. Élmer buscó las
frutas favoritas del abuelo Eldo para llevárselas en su próxima visita. De esta
manera ambos se reencontrarían y comenzarían a recordar infinitos momentos en
los cuales habían compartido juntos y, aunque en algún instante, Élmer dudo de
que su abuelo estuviese recordando todo, este le hizo saber que a pesar de la
vejez, un elefante nunca, nunca olvida nada.
Como pueden constatar todos los cuentos de McKee contienen textos
entretenidos, llamativos, diferentes, didácticos, lo que genera las ganas de
leerlos y por ende de compartirlos con los más pequeños. Y de eso se
tratan estos breves post que escribimos cada mes con dedicación y esmero para
que tanto adultos como niños disfruten de la magia de leer.
Diana Nivia
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria
Intérprete de Lengua de Señas Venezolana
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