Para sentirnos bien...
En Venezuela, desde
hace cierto tiempo tanto los niños como las mamás y papás han vivido días
retadores, estamos conscientes de que no han sido días nada fáciles, por eso
hoy queremos brindar algunas ideas prácticas para bajar un poquito la tensión en casa y
armonizar nuestro entorno. Porque solo si nosotros estamos bien, nuestros niños
también lo estarán. Por tanto, pudiéramos empezar por:
-
Colorear mándalas. Está comprobado
que esta actividad es una maravillosa forma de expresarnos, de desarrollar la
creatividad, ejercitar la motricidad fina, de relajar la mente, bajar la
ansiedad y encontrar nuestra paz interior. Así que porque no aprovechar las
bondades de esta técnica milenaria en estos días para cuidar de forma
respetuosa y armónica de nosotros mismos y de nuestras estrellitas en la
comodidad de nuestro hogar.
-
Contar cuentos. Esta es una de
las actividades que más adoro realizar. Y es que leer cuentos en voz alta
favorece la atención en el niño, estimula la imaginación, incrementa su
vocabulario, mejora la comprensión, crea vínculos emocionales, y si estas
historias son leídas por los padres los resultados serán muchísimo mayor. Tal y
como lo afirma nuestra querida Yolanda Reyes, nadie mejor que una mamá, un papá
o un adulto amado por ellos, para leerle a los hijos, y es que las voces de los
padres jamás podrán ser sustituibles, así que aprovechemos estos momentos de
cercanía para poderles leer. Sin embargo, recuerda que también es importante de
vez en cuando darle la oportunidad a ellos mismos para que nos lean sus cuentos.
- Jugar al
campamento. En medio de la sala podemos inventar que vamos a construir
una carpa con mantas. Para ello necesitamos sabanas que nos permitan cubrir los
sofás, las sillas, las mesas, quizás algo de estambre o cuerdas para
sujetarlas, también podemos invitar a los niños a hacer una lista con todas las cosas que vamos
a necesitar cuando nos toque acampar. Y al terminar de jugar debemos recordar poner
todo en orden. Con esta actividad estaremos promoviendo la creatividad, la
responsabilidad, la organización, la comunicación y la posibilidad de estar
todos juntitos debajo de esa carpa.
-
Realizar
concursos de adivinanzas. Hoy en día existen muchos libros donde podemos
encontrar un compendio importante de adivinanzas para niños, en el caso que no
tengamos material en casa, podemos buscarlas a través de vías electrónicas, y
si no tenemos la posibilidad de acceder a ello, porque no intentar construir
nuestras propias adivinanzas. Esto contribuirá, entre otras cosas, a
desarrollar la creatividad, la imaginación, la memoria, la expresión verbal y/o
escrita y, sobre todo, la motivación del niño, pues al proponer un reto de crear
o de adivinar, ya supone en sí una motivación. Al fin y al cabo, lo que se
intenta es sacar lo mejor de ellos mismos en ambos casos.
-
Teatro de
sombras. Jugar es una de las actividades más placenteras para los
niños, entonces, porque no aprovechar estos momentos para hacer en casa un
teatro de sombras. Se necesitará cartulinas negras, papel de celofán, palillos
largos, tijeras y un poquito de pegamento. Con estos materiales en el día podemos
invitarlos a que construyan las figuras que en la oscuridad van a proyectar.
Llegada la noche, se requerirá una linterna o una velita (en el caso de esta
última, siempre que un adulto responsable se encargue de manejarla) y una pared
donde vamos a proyectar figuras a través de un fondo iluminado. Hay varias
formas de jugar, con la posición de las manos se pueden crear formas de
animales y con el movimiento del cuerpo entero crear siluetas de personas o
animales. Pero también se pueden inventar historietas utilizando las figuras
que previamente los niños han construido con la cartulina. El resultado de este
recurso siempre es espectacular, porque ante un espacio oscuro, en el cual
todos dirigen su mirada hacia un mismo lugar y de repente aparecen personajes
con cosas que contarte, inevitablemente los niños explotan de sorpresa y
felicidad. No olvidemos, además, que el teatro de sombras potencia la
creatividad del niño, promueve el trabajo en equipo y fortalece sus cualidades.
-
Caminar descalzos
sobre la grama, abrazar un árbol, jugar sobre la arena o simplemente contemplar
un hermoso atardecer. Son actividades sencillas, divertidas, que no
requieren mayor inversión y que nos pueden ayudar mucho a bajar el estrés,
calmar la ansiedad y, sobre todo, a conectarnos con la maravillosa energía de
la naturaleza. Energía que seguramente tanto nuestros pequeños como nosotros
necesitamos equilibrar y armonizar.
-
Practicar algún
deporte al aire libre. Los hará olvidar por un rato de los momentos tan
complejos que vivimos, se despegarán del televisor, del celular, los videos
juegos y demás aparatos electrónicos, y por supuesto, de las noticias a las
cuales están expuestos de forma directa o indirecta. Esta es una oportunidad
excelente para promover el movimiento de su cuerpo y el ejercicio, para
enseñarle reglas y normas, para integrarse socialmente con otros niños, para
adquirir valores, para que drenen sus emociones y frenen un poco el
sedentarismo.
-
Cantar y cantar. No hay nada más
sanador que cantar. Una canción puede ayudarnos a tocar el alma, puede
alegrarnos el día y puede trasportarnos a otro mundo. Y lo más rico de cantar,
es que todos lo podemos hacer, en cualquier momento y en cualquier lugar. Así
que invitemos al niño a cantar sus canciones favoritas, a reconocer la letra de
canciones infantiles, a coreografiar una canción, a improvisar una pequeña
orquesta con objetos cotidianos que podamos encontrar en casa, hacer
simulaciones de que ellos son unos maravillosos cantantes y que sus
espectadores son nada más y, nada menos, que mamá y papá. Oír, cantar y bailar
son una combinación perfecta para disfrutar en familia.
-
Juegos de mesa. En la actualidad,
hay muchos tipos de juego de mesa, los hay para todas las edades, contribuyen a
desarrollar diferentes habilidades y/o capacidades en los niños y los divierten
bastante. El ajedrez, dominó, damas, bingo, ludo, juego de mesa UNO para niños,
memoria o concentración, rompecabezas, ¿Quién es quién?, escaleras, scrabble,
monopolio, póker, jenga, palitos chinos, son solo algunos de ellos. Estos
juegos son fáciles de jugar, ayudan a trabajar la memoria y concentración, a
respetar las reglas del juego, a reforzar la relación con los demás, a aprender
a ser tolerantes cuando no ganamos, a tener paciencia en la espera del turno, a
mejorar las habilidades comunicativas y a reforzar la autoestima. Es una forma
fácil y divertida de pasar un buen tiempo los unos con los otros, en un entorno
alegre, sano y enriquecedor.
-
Invítelos a
soñar. En la noche, antes de dormir invitemos a los niños a contar
lo que más les gusta hacer, cuáles son sus deseos, que les gustaría ser cuando
sean grandes. Estos sueños pueden ser escritos en hojitas, y si son niños pequeños
podemos invitarlos a que dibujen sus sueños, para luego compartirlos entre todos
los miembros de la familia. Sabemos que estamos viviendo momentos complejos
pero la magia de soñar nada ni nadie nos las podrá quitar. Así que estimulemos
a que sueñen, a que no se les olvide nunca soñar, porque los sueños de un niño
tarde o temprano se pueden hacer realidad!.
Diana Nivia Garnica
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria
Excelente.!! Un gran aporte para muchos en momentos en que más se necesita. 😊
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