En este mes tanto niños como adultos nos
estamos preparando para el comienzo de un nuevo año escolar, que de seguro va a estar cargado no solo de nuevos uniformes, creyones,
amigos, maestras sino también de nuevas lecturas, aquellas lecturas que nos
inviten a descubrir mundos posibles y a volar muy alto con la imaginación. Y para
festejar este inicio he seleccionado a un escritor e ilustrador norteamericano
de nombre Chris Van Allsburg cuyas obras de arte coparán los corazones de más de
uno.
Dicen que desde muy pequeño este autor se
sintió fuertemente atraído por el dibujo, pero no fue sino hasta la adultez
cuando logró concretar su amor hacia el arte estudiando en la Universidad de
Michigan. Seguidamente realizó otros estudios orientados hacia la escultura en
una Escuela de Diseño, pero sin dejar nunca de lado el dibujo. En una
oportunidad la esposa de Chris le mostró a David Macaulay (autor e ilustrador
británico de renombre) algunas de las producciones de su esposo, este no dudó
ni un segundo en valorar el potencial artístico y pronto lo llamaría para
invitarlo a publicar su primer libro-álbum.
A lo largo de su trayectoria Chris ha
recibido varios premios y distinciones como por ejemplo el Caldecott Honor Book
en 1980. Este es uno de los premios más importantes de los Estados Unidos
otorgado a los grandes de la literatura infantil. También fue nominado para el
Premio Hans Christian Andersen en 1985. Y por si fuera poco, la industria
cinematográfica le ofreció llevar a la gran pantalla dos de sus más
emblemáticas obras, alcanzando así el esplendor y brillo que ya de por sí
traían consigo sus textos literarios. A continuación les presento algunos de
sus trabajos más resaltantes.
Jumanji: esta
obra es un clásico que no podemos dejar pasar por alto y menos cuando hacemos
referencia a este autor. Trata sobre un par de niños que cansados de jugar lo
mismo, deciden aventurarse con un juego de mesa de temática salvaje que
encontraron abandonado en un parque. Una de las instrucciones más notorias es que una vez que comiencen no podrán salirse del mismo
hasta haberlo terminarlo. Pero para llegar al final tendrán que atravesar por
diversas vicisitudes propias de la jungla. El efecto tan poderoso de este libro
llegó a ser galardonado en varias oportunidades a nivel mundial y fue llevado a
la pantalla grande a través de unas adaptaciones que le hicieran al texto
original.
La escoba de
la viuda: es uno de mis cuentos favoritos por varias
razones. En primer lugar, por el mismo título de la obra pues evoca muchísima
fuerza e intriga, luego la trama cuyo halo de misterio mezclado con cierto aire
de realismo hace sugerente el texto en todo momento y, por último, por sus detalladas
y claroscuras ilustraciones que aportan un matiz fascinante a este libro álbum
en el cual muchos se sentirán atrapados. Es un relato que trata sobre una bruja
que vuela muy alto con su escoba desgastada y repentinamente esta pierde
impulso por lo que ambas terminan desplomándose en una granja que pertenecía a
una solitaria y bondadosa viuda llamada Mina. A partir de allí empezarán a
suscitarse una serie de eventos que dejarán boca abierta a más de uno.
Los
misterios del Señor Burdick: este libro álbum está
conformado por catorce impresionantes ilustraciones dibujadas
en blanco y negro, cada una con su respectivo título y con frases cortas. Es un
libro pensado para que cada uno de nosotros podamos observar con detenimiento y
explotar nuestra imaginación al máximo creando y recreando historias a través
de los diferentes personajes, objetos y lugares que el autor ha diseñado
delicadamente en este libro. Aunque por las características físicas de su
formato pareciera que está dirigido para chicos grandes, puede resultar un
recurso maravilloso para trabajarlo con niños pequeños.
El higo más
dulce: Bibot es un dentista muy exigente, avaro y
escrupulosamente aseado que vive con su perro. Un día una anciana le pidió que
la asistiera de urgencia por un fuerte dolor de muela. Este se resistía a
atenderla por no tener cita ni dinero, pero ella le ofrecía a cambio pagarle
con un par de higos aparentemente mágicos. Bibot, incrédulo, se arriesgó a
pedir unos cuantos deseos que le fueron concedidos. No obstante, el último de
su más ambicioso pedido terminaría convirtiéndose en realidad, pero no a su
favor sino a beneficio de su perro, quien por cierto ya estaba cansado de los
malos tratos de su amo. Historia fascinante y aleccionadora que nos muestra un
final más que justo para un hombre como Bibot.
El expreso
Polar: Esta es otra de las obras de Van Allburg que
fue llevada al cine por su magnífica trama. Allí se cuenta que en la época de
navidad había un niño que, como todos los años, estaba ilusionado por conocer a
Santa Claus. Una noche este pequeño desde la ventana de su cuarto alcanzará a
escuchar unos resoplidos de vapor y un chirriar de metales que anuncian la
pronta llegada de un tren que lo conducirá en compañía de otros niños al Polo
Norte y, en consecuencia, al encuentro con uno de los personajes más anhelados
en navidad. Este libro nos recuerda que nunca debemos perder las esperanzas ni
la ilusión porque hay sueños que se pueden transformar en una hermosa realidad,
sin importar la edad que tengamos.
Y ya para finalizar, lo único que me resta
decirles es que cada una de las obras de este autor nos transporta a un mundo
mágico y al mismo tiempo real donde es posible soñar despiertos con la
ilusión de que las historias leídas tanto por niños como por grandes algún día se transformen en una hermosa realidad.
Diana Nivia
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria
Intérprete de Lengua de Señas Venezolana
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