En
muchas oportunidades cuando un grupo de madres toca el tema de la tarea escolar, a más de una le invade
una profunda preocupación porque cuando corresponde la hora de hacer estas
asignaciones nuestra casa se convierte en un gran campo de batalla. Escuchamos
a nuestros hijos negarse a hacer la tarea y nosotros a repetir mil argumentos
(casi siempre fallidos) para convencer a nuestros pequeños a cumplir con esa
responsabilidad académica.
Y es
que la tarea escolar, tal y como
tradicionalmente se ha practicado en la mayoría de las escuelas, realmente
tiene más de imposición que de aprendizaje, y desde mi perspectiva como
profesional de la docencia y además madre, este ejercicio crea más críticas que
beneficios; sin duda y muy a pesar de muchos de nosotros en estos momentos y
por un largo plazo pareciera no existir indicios de importantes cambios en las
propuestas escolares, entonces qué hacemos al respecto? Seguimos en guerra con
nuestros hijos? Pues no, transformemos las situaciones desde nuestra casa para
cambiar el campo de batalla por un cuarto de juegos y cómo podríamos lograrlo?
Veamos aquí algunas ideas:
1. Permite
que tu hijo y tú tengan un momento de descanso y esparcimiento previo a la
realización de la tarea, que los relaje de la ajetreada rutina diaria, al menos
15 minutos de conversación, juego o descanso, generarán equilibrio tanto
cognitivo como emociocional para reactivar el cerebro y la motivación necesaria
para conectarse de nuevo con una actividad escolar
2. Evita
realizar actividades paralelas que puedan distraerte o preocuparte al momento
de acompañar a tu hijo a realizar la tarea, como por ejemplo: escribir un email
del trabajo, cocinar o arreglar la casa, de esta manera atenderás oportunamente
las inquietudes de tu pequeño y lograrás prevenir muchas distracciones o
molestias
3. Revisa
previamente la asignación y ten a mano todos los materiales necesarios para su
ejecución, así evitarás que tanto tú como tu hijo creen interrupciones innnecesarias
al momento de realizar la actividad
4. Reinventa
la tarea, si notas que la asignación es algo que no motiva a tu pequeño o que
generalmente muestra rechazo, modifica un poco la tarea sin cambiar su
intención de aprendizaje y envíale una nota explicativa a la maestra. Por
ejemplo, si solicitaron dibujar algo y sabes que a tu hijo le gusta más
recortar y pegar, realiza esa actividad a manera de collage, posiblemente duren
un poco más del tiempo estimado, pero será un tiempo de disfrute y aprendizaje,
indudablemente mejor que a un tiempo de disgustos y regaños, donde poco aprenderemos.
5.
Conversa
con la maestra de tu hijo y mantente informado de los objetivos que se han
planteado, así podrás obtener recomendaciones y a su vez inventar juegos o
situaciones donde puedan reforzar los aprendizajes sin pensar que estamos
haciendo una tarea. Por ejemplo: si tu hijo está aprendiendo la tabla de
multiplicar planteale en situaciones reales problemas sencillos – Vamos a
comprar tres manzanas, cuánto cuesta cada una? ($1), cuánto debemos pagar?
Espero
que estos pequeños tips sean de gran utilidad. Recuerda, cuando hablamos de
crianza y educación, la clave del éxito para el cambio generalmente recae en
nosotros mismos, más que en nuestros
hijos.
Lidmi
Fuguet
Mamá de Sabrina
Creadora y coordinadora de Pequeñas Estrellitas
Profesora en Educación Especial, mención Dificultades de Aprendizaje
Magister en Lectura y Escritura
Doctora en Educación
Instagram y Twitter @PeqEstrellitas
Texto original publicado en la Revista Peekaboo Kids Magazine de Florida.
Edición Abril -Mayo 2016
Texto original publicado en la Revista Peekaboo Kids Magazine de Florida.
Edición Abril -Mayo 2016
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