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jueves, 16 de junio de 2016

La tarea escolar: del campo de batalla al cuarto de juegos - Lidmi Fuguet




En muchas oportunidades cuando un grupo de madres toca el tema de la tarea escolar, a más de una le invade una profunda preocupación porque cuando corresponde la hora de hacer estas asignaciones nuestra casa se convierte en un gran campo de batalla. Escuchamos a nuestros hijos negarse a hacer la tarea y nosotros a repetir mil argumentos (casi siempre fallidos) para convencer a nuestros pequeños a cumplir con esa responsabilidad académica.
Y es que la tarea escolar, tal y como tradicionalmente se ha practicado en la mayoría de las escuelas, realmente tiene más de imposición que de aprendizaje, y desde mi perspectiva como profesional de la docencia y además madre, este ejercicio crea más críticas que beneficios; sin duda y muy a pesar de muchos de nosotros en estos momentos y por un largo plazo pareciera no existir indicios de importantes cambios en las propuestas escolares, entonces qué hacemos al respecto? Seguimos en guerra con nuestros hijos? Pues no, transformemos las situaciones desde nuestra casa para cambiar el campo de batalla por un cuarto de juegos y cómo podríamos lograrlo? Veamos aquí algunas ideas:
1.     Permite que tu hijo y tú tengan un momento de descanso y esparcimiento previo a la realización de la tarea, que los relaje de la ajetreada rutina diaria, al menos 15 minutos de conversación, juego o descanso, generarán equilibrio tanto cognitivo como emociocional para reactivar el cerebro y la motivación necesaria para conectarse de nuevo con una actividad escolar
2.     Evita realizar actividades paralelas que puedan distraerte o preocuparte al momento de acompañar a tu hijo a realizar la tarea, como por ejemplo: escribir un email del trabajo, cocinar o arreglar la casa, de esta manera atenderás oportunamente las inquietudes de tu pequeño y lograrás prevenir muchas distracciones o molestias
3.     Revisa previamente la asignación y ten a mano todos los materiales necesarios para su ejecución, así evitarás que tanto tú como tu hijo creen interrupciones innnecesarias al momento de realizar la actividad
4.     Reinventa la tarea, si notas que la asignación es algo que no motiva a tu pequeño o que generalmente muestra rechazo, modifica un poco la tarea sin cambiar su intención de aprendizaje y envíale una nota explicativa a la maestra. Por ejemplo, si solicitaron dibujar algo y sabes que a tu hijo le gusta más recortar y pegar, realiza esa actividad a manera de collage, posiblemente duren un poco más del tiempo estimado, pero será un tiempo de disfrute y aprendizaje, indudablemente mejor que a un tiempo de disgustos y regaños, donde poco aprenderemos.
5.      Conversa con la maestra de tu hijo y mantente informado de los objetivos que se han planteado, así podrás obtener recomendaciones y a su vez inventar juegos o situaciones donde puedan reforzar los aprendizajes sin pensar que estamos haciendo una tarea. Por ejemplo: si tu hijo está aprendiendo la tabla de multiplicar planteale en situaciones reales problemas sencillos – Vamos a comprar tres manzanas, cuánto cuesta cada una?  ($1), cuánto debemos pagar?
Espero que estos pequeños tips sean de gran utilidad. Recuerda, cuando hablamos de crianza y educación, la clave del éxito para el cambio generalmente recae en nosotros mismos,  más que en nuestros hijos.

Lidmi Fuguet
Mamá de Sabrina
Creadora y coordinadora de Pequeñas Estrellitas
Profesora en Educación Especial, mención Dificultades de Aprendizaje
Magister en Lectura y Escritura
Doctora en Educación
 Instagram y Twitter @PeqEstrellitas

Texto original publicado en la Revista Peekaboo Kids Magazine de Florida.
Edición Abril -Mayo 2016

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