A lo largo de nuestras vidas
nos tropezamos con libros muy variados, algunos pasan un tanto desapercibidos,
otros solemos usarlos con ciertas intenciones bien sea académicas o laborales, pero
hay otros que nos deleitan, que nos generan goce y placer. Y fue precisamente
ese tipo de disfrute el que
generaron en mí los libros de una autora, sobre quien
en este mes quiero compartir con ustedes. Ella se llama Keiko Kasza, es
escritora e ilustradora de sus propios cuentos. Nació en una pequeña isla de
Japón, pero desde muy joven se mudó a los Estados Unidos para estudiar artes
gráficas en una universidad de California. Sus inicios estuvieron marcados gracias
a un amigo que le regaló un cuento con ilustraciones llamado “Frederick” de Leo
Lionni. Muy pronto comenzó a inventar relatos cortos, graciosos y
aleccionadores en los que incluía a los animales como sus personajes. Hoy en
día cuenta con un número importante de obras publicadas, ha sido merecedora de
grandes premios a nivel nacional e internacional, sus cuentos han sido
traducidos en catorce idiomas, pero lo que más disfruta, tal y como ella lo
relata en su página web, es crear un libro muy bueno que se mantendrá en las
estanterías de las generaciones. A continuación quiero presentarles algunas de
las obras que he seleccionado de esta autora para que tanto niños como adultos
sigamos disfrutando de la maravillosa experiencia de leer.
Cuando el elefante camina: es uno de los libros álbum preferido por nuestros pequeños,
porque cuando el elefante camina asusta al oso, y este al salir corriendo
asusta al cocodrilo, y mientras el cocodrilo se lanza al agua asusta al jabalí,
y este a su vez espanta al mapache y más adelante al pobre ratoncito, quien
también tiene derecho a tener miedo y al salir disparado corriendo se tropieza
con el gran elefante y adivinen qué?…no les puedo seguir contando porque el
resto hay que disfrutarlo a través de las hermosas y elocuentes ilustraciones
de esta gran autora.
El más poderoso: este cuento no debería faltar ni en las escuelas ni en las casas
de los niños, pues a ellos les encanta no solo por sus preciosas ilustraciones
sino también porque, como en todo libro de Keiko,
sus historias dejan importantes enseñanzas. Este relato trata sobre un oso, un
elefante y un león que cierto día se encuentran una corona de oro en el bosque
con una frase que dice “Para el más poderoso”. Cada uno de ellos pretende ser
el dueño de la corona argumentando que son fuertes y grandes, y como no
terminan de ponerse de acuerdo, el león, quien había logrado divisar a lo lejos
a una viejecita, propone como prueba asustarla. Curiosamente, todos pudieron
pegarle un susto, pero lo que no imaginaron es que más adelante les aparecería
un hombre gigante y malvado que amenazaba a los
tres animales y vociferaba ser el dueño de dicha corona. Sin embargo, este no
tardó mucho tiempo en tenerla sobre su cabeza cuando escuchó la dulce voz de
una viejita quien lo llamaba para decirle que no molestara más a los pobres
animalitos. Ella era nada más y nada menos que la madre del hombre gigante. Finalmente,
todos decidieron entregarle la corona a la viejecita, pues la consideraban como
la más poderosa, aunque ella afirmaba no necesitarla porque para ser poderosa
no se necesita ese tipo de distinciones. Así mismo sucede en nuestras vidas,
pues cuando queremos tener fortaleza y/o poder no necesitamos nunca ejercer la
violencia.
El estofado del lobo: Érase una vez un lobo un tanto glotón que desesperado por saber
qué comer al día siguiente, se le ocurrió preparar un estofado de pollo. Para
sucumbir ante esta delicia de plato nada más efectivo que capturar a una
gallinita que paseaba muy cerca de él. No obstante, se le ocurrió engordarla un
poquito más por aquello de disfrutar de su rica carne, así que decidió llevarle
diferentes manjares para que comiera. El día que fue a buscarla, se encontró
con una gran sorpresa, pues la gallinita alimentaba a sus pollitos con la
comida que el lobo le llevaba. Como muestra de agradecimiento la gallina
decidió prepararle una cena deliciosa al tío lobo. Esta historia les muestra a
los niños que a veces las cosas no son como parecen, y que a veces quien menos
esperamos puede llegar a convertirse en nuestro mejor amigo.
Choco encuentra una mamá: Esta tierna historia vale la pena leerla una y otra vez, se
trata de un pajarito que anda en búsqueda de su mamá. Durante la exploración se
encuentra con diferentes candidatas, pero pronto se percata de que la jirafa no
es tan amarilla como él, que la señora pingüino tampoco se parece pues no tiene
alas, y ni hablar de la morsa que carece de mejillas grandes y redondas. La
tristeza invade al pajarito Choco al darse cuenta que ninguna se parece a él. Hasta
que un día se tropieza con otro personaje que aunque no guarda ningún parecido
físico logra demostrarle todo su afecto y sobre todo hacerlo muy, pero muy feliz.
El perro que quiso ser lobo: Moka es un perro doméstico que deseaba cambiar de vida, pues se
sentía un poco cansado de la que tenía. Un día su dueña le leyó un libro sobre
lobos y Moka pensó en convertirse en uno de ellos con tal de ser libre. Una vez
que logra escaparse, empieza a disfrutar de todas las aventuras que se había
imaginado hasta que llegó el momento de buscar algo para comer, y es allí
cuando se da cuenta de que no lo puede hacer de
la misma manera como lo hacen los lobos. Repentinamente se vio rodeado de una
manada de estos animales y no le tocó de otra que correr y correr hasta
reencontrarse con su linda dueña, quien lo esperaba con los brazos abiertos y
dispuesta a volverle a leer otro libro, pero esta vez de monos. Con esta
historia podemos demostrar a los niños que no todos tenemos las mismas
habilidades, que es importante valorar a aquellos
que nos demuestran su afecto y que nunca debemos intentar convertirnos en
otros, porque no hay nada más noble y sincero que demostrar aquello de lo que
realmente estamos hechos.
Los secretos del abuelo sapo: esta lectura nos cautivó desde el principio por su historia
divertida y aleccionadora. Trata sobre un sapo abuelo y un sapito nieto que deciden
caminar por el bosque. El abuelo advierte sobre los posibles enemigos
hambrientos que han de encontrarse a su paso, por eso decide compartir algunos
de sus más íntimos secretos para protegerse. No ha de transcurrir mucho tiempo
cuando se encuentran con una culebra ansiosa por comer, pero asombrosamente el
abuelo no teme y está pronto huye. Así sucesivamente se suscitan diferentes
situaciones en las que el abuelo logra mantener su temple, pero tarde o
temprano, el sapito nieto, quien hasta entonces se había escondido tras los
arbustos, logra con fuerza y ahínco defender a su abuelo de las garras de otro
hambriento animal.
Como habrán podido
notar, cada cuento de Keiko Kasza trae consigo
historias divertidas, amenas, sencillas y sobre todo colmadas de interesantes
aprendizajes. De allí que no debemos dejar pasar por alto la oportunidad de
compartir con nuestros pequeños la lectura de estos relatos porque probablemente
a más de uno se le escapará una sonrisa cuando las creaciones de Keiko reposen
sobre sus manos.
Diana Nivia
Profesora de Educación Especial en Deficiencias Auditivas
Magister en Lingüística
Profesora Universitaria
Intérprete de Lengua de Señas Venezolana
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